Los segmentos de las casas,
Los troncos son los tesoros,
Son diamantes de otras razas,
Y desafían su coro.
Los votos en las terrazas,
Las cortinas de la novia,
Los pies son la trayectoria,
El lenguaje es coraza.
Se arma el lobo en el ataque,
Su olfato es sortilegio,
Sus colmillos y pelaje,
Son albino privilegio.
Esta regla es romántica,
La mujer es pelícano,
La dieta es polígono,
La práctica semántica.
La caída paradigmática,
Deja al sorbo parapléjico,
Nunca el morbo deja al léxico,
Aunque fuera obra dramática.
Dura la tragicomedia
Por la senda del ciclista,
El actor protagonista
Busca ser la enciclopedia.
Son saleros derramados,
Los cuervos de la sentencia,
Los mentirosos soterrados
Cavan su propia penitencia.
El clavo no saca al clavo,
Sin llave que abra el cerrojo,
El necio será esclavo,
El sabio usa el despojo.
Cuando llora el algodón,
Se te suelta el cejillo,
Mas el único cepillo
Es montar a la emoción.
El topo que nunca quiere
Salir de su madriguera,
Ve al espejo su ceguera,
Prematuramente muere.
El que anda a la deriva,
Maneja el falso placer,
El tonto que nunca viva,
También quiere perecer.
El loco busca cordura,
Es innato el talento,
Quien se arrastra anda lento,
Por cemento y tierra dura.
Los altos miradores,
Son llenos de hipocresía,
Reprenden la rebeldía,
Vigilan los comedores.
Sus claves son censura,
Muchas veces represión,
Su corteza es inmadura,
De madera el cucharón.
Son naves los vestigios,
Y terminan de bruces,
Los libros son buses
Si el autor es prodigio.
El marinero es eclipsado,
El desangrado, misántropo,
El adornado, filántropo,
El filósofo atinado.
El detalle observador,
Es fruto infaltable,
Mientras el espectador,
Prefiere ver TV Cable,
El minutero es atleta,
Nunca le podrás pasar,
Sin algo más del andar,
Esta lista está completa.