Intangibles ecos
destilaban la noche
y en sus recuerdos,
y junto al río...
de mi amado desconsuelo,
la tarde se diluía
muy lentamente...
y en sus silencios,
melancolías heridas
huidas de tibio beso...
melancolías heridas
en la noche preñada
de desconsuelo,
dulcemente naufragado
en los intangibles ecos
de tus apasionados besos.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.