HORNACINA
Hornacina de mi alma.
Tú guardas mi silencio...
Entre columnas claras,
Guardas mis pensamientos
Que nombran tantas cosas
Sin apenas nombrarlas.
Guárdale entre tus muros como a sagrado lienzo.
A su imposible nombre asílalo en tu alcázar.
¡Hay alegrías claras de luz, tan transparentes!
Que son como una alondra que llega en la alborada
Para bañarse en tí,
En ese río modesto, venero de palabras.
Que ni un grano de arena filtre el dulce secreto.
A cal y canto guarda lo que te he confesado...
¡Aun sabiendo que callo y lo griten los vientos!
Sé mi cofre sellado.
No tengo otra manera de guardar lo que siento,
Hornacina del alma de ese nombre velado.
Cristina Cammarano