EL DELIRIO DEL BESO
CONCÉDEMELO, AMAPOLA MÍA,
CONCÉDEMELO,
ESE MANANTIAL DE VIDA,
ESE DELIRIO DEL BESO,
ESE CAUDALOSO RÍO
QUE BAJA SOBRE TUS SENOS
Y BAÑA EL LAGO DEL CISNE,
DONDE SE DUERMEN LOS SUEÑOS
Y AQUEL DICHOSO SUSPIRO,
DE FANTASÍA Y DE FUEGO,
VARADERO DE MIS PLAYAS
DONDE SE ENCALLA MI PECHO.
CONCÉDEMELO, ARTEMISA MÍA,
CONCÉDEMELO,
PARA QUE YO TENGA VIDA
Y ME ARRANQUES DEL TORMENTO;
Y HAGAS DE MI UN BOSQUE,
Y YO HAGA DE TI, UN TEMPLO
Y ASÍ MURAMOS LOS DOS,
HACIENDO SENDAS DE BESOS.
CONCÉDEMELO OH CIELO MÍO,
CONCÉDEMELO,
ESE BRILLO DE TUS OJOS,
ESE CÁNDIDO DESTELLO,
ESE RAYO FULGUROSO
QUE SE LLAMA GALANTEO
Y BAJA POR TUS PESTAÑAS
Y SE EXTIENDE COMO FUEGO
Y DUERME BAJO EL ECLIPSE
DE TU BLANDO Y SUAVE CUELLO.
CONCÉDEMELO, MADRESELVA MÍA,
CONCÉDEMELO,
ESE JARDÍN DE TU BOCA,
ESE DELIRIO DEL BESO,
ESE MANÁ DE TUS LABIOS,
ESE HERMOSÍSIMO CIELO
QUE ESTÁ METIDO EN TUS OJOS
Y EN ESE MAGO EMBELESO
Y EN ESE BOSQUE DE SOMBRAS
Y BUCLES DE TUS CABELLOS.