Hoy fui feliz por convivír con una pareja,
de adolescentes que apenas comienzan,
a sentir esa bella necesidad de estar juntos,
juguetear y a la vez querer pintar su ley.
Solamente fui espectadora,
me agrado el ver su alegría
el alcanzar a distinguir esas miradas,
llenas de brillo especial en sus ojos.
La autoprotección que siente el uno por el otro,
de las miradas muy poco disimuladas de los padres.
Al sentir que sus pequeños comienzan a crecer,
pues reconocen las miradas de la ilusión de adolescencia.
Sentimientos y Reflexiones
CORAZÓN LIMPIO