Al escuchar los celestiales trinos
de tu voz,
en los más íntimos sentimientos
de la mente,
arremolinase su armonía
en los oíos.
Sensaciones de alegría
en mi existencia encandilan,
las que en deseos
se deshacen.
Tintinar de campanas paradisíacas,
en los tímpanos míos
reverberan.
Al percibir el melódico encanto
de tu voz.
Enroscanse en los tamborcillos
de mis excitaciones,
gloriosos arpegios, los cuales
hácenme perder la conciencia
Con sus acordes.
¡Un ángel eres!
Los susurros, en ti cantan.
Como espuma de olas en el mar
de tus hechizos.
bambam