Araceli Vellber

Pura anatomía.

 

Hace tiempo que no vienes

a reírte conmigo

a juntar las risas

para buscar un punto de poyo

y mover el mundo.

Yo seguiré amándote

detrás de tus ojos,

más allá de tu mirada

y dentro de tu sonrisa,

con el corazón encordado

a la presión necesaria

para llegar a pasar este otoño,

las manos abiertas

como una piña partida,

los labios juntos

esperando abrirse

como los girasoles cuando mueven sus cabezas

buscando la luz del mediodía.

Voy a seguir amándote

a pesar de ir en contra de la prescripciones facultativas

de los metódicos, programistas, alarmistas

que no son capaces de dejar algo para la sorpresa

que no son capaces de amar,

cuando el amor se presenta casi siempre

sin aviso

y se nos puede llegar a romper el corazón algún día

pero tendremos que recoger sus restos, limpiarlos, guardarlos

y dejarlo todo en su orden natural

porque sobrevivir a las tormentas es importante

presenciarlas contigo tiene el sabor de las uvas negras

me gustan cuando están maduras

como tu armadura, recién acoplada en tu cuerpo

con la copa de vino tinto

marcada con el carmín de tus labios

y tus besos me gustan maduros

y con su punto de sabor a vainilla.

Hace tiempo que no vienes,

ven antes

que habite  

el silencio en mi cuerpo.