Un sonido cadente que se aplaude
En la noche, las princesas bailando,
Van en un paso unido de cuando,
En cuando, agarrados confunden
Varones con las niñas saludando.
Salón brillaba con la luz del porche;
Y entre luceros los presentes animando,
Las agasajadas de la fiesta van llevando,
A los demás, entre vestidos y de broche
Los aplausos a la gente vienen sacando,
¡Ah, que soñada es la vida sin derroche!
Cuando viven la cordura sin fantoche,
La que nos trae cual nave navegando;
En la paz de las ruedas de los coches
Llegaron invitados sus copas saludando,
Allí están los que no guardan reproches.
Ya caída la aurora, oscura vigilando
Llego la torva brindemos con el ponche,
Con sus abrigos plumas de cuicacoche
Protegiéndose de viento, del trasnoche
Pasan las horas aire viene silbando.