Te desnudo como desnudo
una fruta de verano,
desgajo tu piel lentamente
y te voy despojando de tu blusa,
extirpando tu sostén
como semillas de girasol,
caen tus pantys como lluvia de otoño
abonando la alfombra de tu fragancia.
Besando tu azúcar he encontrado el amor,
cuando brota el jugo de tus labios
con irremediable dulzura
impregnando mis besos de tus besos.
Mis dedos se adhieren a tu piel
con el ansia de saciar sus ganas de amar,
te deseo tanto que mis manos
tiemblan cuando te recorren toda
quedando hechizadas por tu ternura.
No merezco esta bendita perdición
ni la agonía de saber que se acabara
algún día, pero estoy aquí,
trazando mi paso en tus aromas,
dejando mi alma en cada beso,
entregándome completo y al desnudo.
Sentir la entrañable sensación de tu mirada
engrosa sin dificultad mi aliento exaltado,
que fiel esta sensación de tenerte entera
sin cobijas mas que el propio viento.
El tiempo contigo es un cóctel de aromas
y sabores que transpiran las texturas
de tu cuerpo, la prolongación de tus caderas
alientan mis sentidos con sus movimientos
fusionando tus ganas con las mías.
Fusionados, somos uno solo entre las sabanas,
una maraña de carnes y convulsiones
que nos llevan a un paraíso de pasiones
cuando terminamos en orgasmos continuos.
Mi reflejo se queda en las lunas de tus ojos
al termino del arqueo de tu espalda,
se asemejan a dos liquidas cerezas
que vuelan a la irrealidad y al surrealismo.
Tus senos son dos panes dulce que devoro
sin prisas y cálidamente, que fueron creados
como un portal del mundo al paraíso.
Te desnudo y aspiro tu veneno
derritiéndome en el sabor de tus labios,
de tus caricias y tus espasmos.
Desean morder mis dientes tus hombros
y arañar mis uñas tu espalda, solo así
puedo extasiarme de tu cuerpo,
ya que la pasión nos consume poco a poco
hasta lograr llegar al fin de nuestros gemidos.
Desde adentro todo mi ser y mis deseos
evocan el mas grande sentimiento,
te desnudo a cantaros de besos
y a gritos expreso que te quiero.