Las cosas que se me olvidan
cuando pienso en tu mirada
se me apilan en la frente
y me saltan en la cara,
los ojos y las pestañas
con música rebuscada
de tango y de bandoneón.
El sol está lindo afuera
y las flores que nos miran
ven una pareja zonza
tomadita de la mano
que caminando hacia el río
se acercan hasta un pantano
y escuchan patos que gritan
peleándose por comida.
Y me hacés jugar de veras
haciéndote el cariñoso
si te portás como siempre
con la maquinita al hombro
mientras me contás cansado
las cosas que ya conozco
pero me siguen gustando
si las decís con asombro.