La luna de mi alma, la negrura de tu mirada evoca,
mirada de amor entre tus ojos y los míos, al viento;
con deseos urgiendo el agua y el fuego sin tocarnos…
el tiempo no podía unirnos, de verdad que no podría;
pero impedir que fuéramos esclavos de amarnos
de entregarnos y besarnos con delirio ¡no!, no podría
ni sabíamos estar sin sofocar los resisteros de la piel,
aunque la somera distancia no consentía libar la miel
de tus besos, de lengua atrapando a la mía con ardor,
estremeciendo el mismo cielo de aquel mundo soñador.
Cuando nos enamorábamos entre versos destilando amor,
y nos cautivábamos con prosas iluminando dos corazones
liando al alma en cimero amor y crecidas emociones,
estremeciéndonos con etéreas caricias en días y noches,
beso a beso palpándonos desnudos y temblando,
cuando nos enamoramos, hasta conocer las galaxias todas...
y el amor tuvo ¡todo el sentido del mundo...!
Luna y Poesía
11.07.2015