El amor comienza con el valor para amar,
esa inmensa luz que ilumina los corazones
en cada rincón, sin importar el tiempo.
Cuando el amor comienza hace posible todo
lo maravilloso de este mundo, ilumina los
atardeceres con esa magia única que no se
apaga y que sigue latiendo día a día, noche
a noche, dejando ver la vida diferente; el
tiempo se detiene y el rostro al igual que el
corazón se iluminan con una intensa sensación
de dicha.
Cuando el amor amanece a flor de piel, los
pensamientos se agitan, reposando el alma
con la dulce fragancia que el amor contagia.
Sin amor no hay nada, sólo un vacío muy difícil
de ocupar, una densa calma que se escapa
entre los dedos.
Lorenzo13
Lorenzo Sulbarán