Hay una sonido barroco
En el espacio vacío y frio
Que dejan entre ellas
Las paredes de mi mente
Y en mi casa.
Podría soportar la vida
Atravesado por el soprano eco
Que hace temblar
Los granos de polvo
Que el sol chapa de oro
Cuando cruza por la forja
En la empolvada ventana.
Hoy no hay rastro de nada,
No suelo montar los días
Con tanta calma,
Ni en el cielo hay pájaro
Que lo manche de pluma
Solo un espacio frio y vacio
Y el sonido penetrante del arpa.
Hoy no siento nada,
Ni siquiera temor, ni sabor,
Ni dolor ni nada…
Por ahora el fuego arde
Bajo el agua,
Su flamenca danza
Al fondo de mi baso
Ondea con gracia su modesta
falda, parece tan falso,
Tan manso, tan casi nada.
Hoy sabré si en verdad
Abra un mañana,
Después del sueño
Que baila en el tacón espeso
De mi baso de cristal
Sabiéndose preso
Me mira los parpados
Se sabe de ellos dueño.
Hay un vibrato barroco catalán
Entre los muros de mi casa,
Hay una sensación
De un falso “no pasa nada”
Hoy sabré si es verdad
Lo que el cigarro baila.