...Cuando de desamor
nos han herido de muerte
y sobre las ruinas de ese amor,
amar y más amar,
porque no hay dolor más dulce
que el dolor de amar.
Debemos amar cuando de silencio
enmudecen las palabras
y se estancan
en las fuentes del desasosiego
donde bebemos tragos amargos que envenenan;
es entonces cuando amamos más y más
a pesar de las desilusiones.
Debemos amar, cuando el mundo
no entiende que de escribir
estamos ebrios;
que de amor estamos saturados,
que de vivir estamos enamorados.
Debemos amar y más amar
a pesar de nosotros mismos,
a pesar de la risa
a pesar del llanto;
a pesar del olvido
que rompe la ilusión del recuerdo.
Entonces debemos
¡amar y más amar!