Ahora dónde estas?, dónde a quedado la gloria
a dónde ha viajado aquel brillo de tus ojos,
si en los lejanos recuerdos intento
y renovar tu encuentro, no está cerca
me cuesta murmurar conmigo mismo
el hirviente corazón que se desangra...
Ya no queda tiempo
insistir en sentimientos inéditos me apena
y no me alcanza la vergüenza
para mantener en secreto
la duplicidad que me carcome...
Pueda que sean volubles de ahora mis pensamientos
que afloren el destino, convirtiéndolo en pasajero
raigambre divino que las hadas traen consigo
apuradas por el viento
en busqueda de filtrear
los espacios que los corazones vacíos desconocen...
Desvivir de tales vicisitudes me corrompe
permanecer sin regresiones
que me adviertan del cometido error.
Quédate y abandona el alma que persigues
no puedes ser su única dueña
ni siquiera la remota coincidencia
del reencuentro de dos seres que se quieren
pueda atar al espíritu disidente
y esplendor a causa de sus placeres...