A veces te encuentro en el limbo, en utópicas moradas
en discursos y retóricas de antiguos filósofos
en pensamientos peregrinos, exaltados y mansos a la vez
Yo no se bien de que va la vida
pero hay algo en mi interior que se redime
cuando apareces en abrazos que no han sido y súbitas miradas.
En sueños desmedidos, confusos e ilógicos he rozado tus labios
y he transitado tu cuerpo intacto con referencias, palabras, alegorías y febriles ansias.
He dormitado entre tus brazos y no estabas ahí, no tangible, si imagen despoblada
y aún asi, al contacto imaginario, circulaba vida por mi cuerpo inerte.
Ha mostrado su rostro ahora el siniestro imposible
y caminamos senderos que se divisan divergentes.
Se abren ahora las ventanas de otro tiempo
y tu perfume trémulo se desliza en mi cuarto
nunca ha estado, lo he inventado, y sin embargo lo añoro.
Tus manos cálidas se alejan a la nada interminable
y la resignación es una espada furiosa que atraviesa mi cuerpo.