En lo alto de la colina un árbol luchaba por mantenerse derecho.
El viento que lo sabía, soplaba con fuerza para doblegarlo y que cayera, poco a poco lo fue doblando, hasta que casi sus ramas tocaban el suelo.
Árbol que antaño te mantuviste derecho ante la fuerza del viento
grandes raíces echaste en lo profundo de la colina,
hondas las clavaste y sus rocas perforaste,
la colina en sus profundidades abrazaste.
No te dejes doblegar ante un viento caprichoso,
que sin previo aviso sopla, hasta tu copa querer ver arrastrar,
que intenta partir el tronco que cien años te costo crear,
año tras año, anillo a anillo te fue abarcando,
aunque por fuera viejo y resquebrajado puedas parecer,
tu interior es verde y bien labrado.
Aunque tus viejas ramas desnudas están,
sin fuerza, secas, puedan parecer,
en la copa brotes verdes nacerán y un bonito color te darán,
la envidia del viento será y con fuerza soplara,
intentara despojar de ese brillo verde,
que todos pueden admirar en lo alto tu copa.
De tu sufrimiento que año tras año has de soportar,
para verde poder estar nadie sabrá,
tan solo el viento que seguirá soplando y tus ramas balanceando.
El viento te podrá doblegar, pero no te vencerá mientras tus raíces clavadas en el fondo de la colina te sujeten con fuerza, el agua te llegue y el sol te alimente.