Un puñal me clavaron por la espalda
la tarde aquella en que yo dormía
no comprendo porque mi herida no sangra
si mi corazón por la mitad se partía
Un amigo vino a decirme que mi mujer me engañaba
yo quedé roto, deshecho, más aun así le di las gracias
solo se que al quedarme solo, aquella tarde lloraba
al comprender que un nuevo mundo para mi se abría
Un mundo espantoso de dolor y llanto eterno
por la traición de aquella a quien yo quería
en silencio partí hacia aquel paraje yermo
olvidando en la casa a la que había sido mía
Beberé de las fuentes frías del dolor amargo
caminando tristemente por los campos del olvido
luchando duramente hasta que el dolor pase de largo
soñando por las noches con mi dulce amor perdido