¡Ah!, Tormenta sacudiendo sentimientos,
¡Virgen amanecer seduciendo libertad!
No logro escapar de esta prisión de tiempos.
Los días se alargan con sus blancas manos
y hacen de mis sueños su refugio.
Siempre quise construir un mundo para mí,
pero solo logré una pequeña morada
dónde cabe un poco de mí.
Me atreví a la aventura pero en el primer intento
me perdí en un suburbio y fui presa al desamor.
Quise ser pirata en mares sin fronteras,
pero se ahogó mi libertad en la soledad de los tiempos.
Cuánta locura hay en mí y cuánta cordura hay
en este mundo que respiro… y no me atrevo a conquistar.
¡Solo queda mi pequeña morada donde escribo sin fronteras!