Quizás porque estás ahí arriba
majestuosa, como una reina
Iluminando la noche oscura
te siento distante , lejana
dominante y soberana…
Como una perla plateada
exhibes tu encanto
sobre los míseros mortales
con vivencias terrenales.
No me inspiras confianza
y miedo no es la palabra
pero si respeto a lo desconocido
a lo intangible y lejano,
a lo que no toco con mis manos…
Me atraes por misteriosa,
por tus diversos influjos,
eres musa de poetas
pero no de mis poemas.
Me acompañas cada noche,
eres presencia constante
a veces te ocultan las nubes
¿por qué no te siento cercana?.
Quizás por tus poderes,
sobre mareas y labranzas ,
partos o estados de ánimo…
o por las múltiples leyendas
que muchas encojen el alma…
Cobijas a los amantes furtivos
bajo tus rayos plateados
¿pero no será luna hechicera
que los tienes embrujados?
Tu aspecto va cambiando
y pasas de luna nueva,
en cuarto creciente,
a llena o menguante,
generando en mi persona
la duda y el desconcierto
teniendo sólo por certeza
tu increíble belleza…
Pero belleza tan grande
puede ser solo apariencia,
y de ella no me fio
pues puede llevar a engaño…
Si no te veo te busco
y estando presente no te hago caso
tal vez porque a tu presencia
me tienes acostumbrada…
Haces competencia al sol
que con su galanura
te brinda su calor
y desaparece discretamente
para que hagas tu aparición tú.
¿Pero de qué sirve la belleza
si es fría y no aporta calor?
Bella luna plateada
a tu querer no me niego yo
pero muéstrateme más cercana
para llegar a mi corazón
que es cálido y no cierra puertas
y está siempre abierto al amor.