Querido ahijado,
quiero responderle
muy atentamente,
el tema es delicado.
De verdad quise entenderle
lo digo muy dulcemente
pero está equivocado.
Nuestra amada luna,
la que dice usted
es de piedra negra,
no dude su merced
ella… nos alegra.
Cuando aparece radiante
y le encomendamos
que sea la mensajera
y le diga a nuestro amor distante
que nuestra vida le damos
y no es ilusión pasajera.
Ella nos escucha atenta
y consuela nuestra pena
de quietud siempre nos llena
y de verdad nos alienta.
Así que… querido ahijado
Con sus ideas … a otro lado.