Es toda bella, bella señora,
Tan elegante, tan primorosa,
Que el sólo verla, encantadora,
Llena la vida, todo rebosa
De esa belleza, de esa armonía,
De esa fragancia, tan juvenil;
De esa elegancia, de esa alegría
De contemplarla con frenesí;
Es como un sueño, grata presencia
Tan celestial, plena de amor,
Plena de vida, plena de esencia
Como una estrella de gran fulgor;
Es para mí un gran impacto
El contemplarla, ¡qué sensación!
Siento un gran nudo como de llanto
Porque se roba mi corazón…