Sentir abrirse las venas de la tierra cuando amanece,
es devolverme a tus ojos la creencia
de cuando entre suspiros el alma fulgorece!
En los oscuros pasadizos de la soledad,
todo dolor es clemencia,
y el amor nuevo es pura y plena felicidad.
Para tus ojos basta mi verdad
plena de saber que en mi conciencia, escondida,
está la eterna esencia de un nuevo soñar;
porque se sobrepone en nuestro final,
sin herir aun más la sensible herida,
como aquel relámpago del vitral en su faz.
Como sueño de locos abriles de cuna,
va posándose la necia ruina,
que con recuerdos amarra mi alma a alguna vieja luna,
como angelicales voces del alma en el estío,
como en la hiriente espina algún derroche de rocío...
Quién también no ha sabido acaso sufrir?
quién también no ha sabido acaso llorar?
quién también no ha sabido acaso sentir?
Es que no he visto del amor su sueño,
acaso morir es despertar?...
Luis Augusto 2015