Un cristalino río , que me observaba ,
como en su reflejo , mis pensamientos
cual oda , dibujaba mi sentir .
Me habló , diciendo , solo dilo , y yo ,
le llevaré tu canto , tu palpitar , tus
manos viajarán en mi , y le acariciarás
sus tersos pies .
Y ella te sentirá , y se extenderá ,
en la desnudez en mis aguas , sabiéndote ,
que en ellas estarás tú , gozando , toda su belleza .
Así , siguió el río , y mis deseos , en su corriente
navegaron por el mundo , y no hubo dique alguno ,
que yo superara , por besar y acariciar tu suave piel ,
que se refrescaba , en las diáfanas aguas de nuestro
río , que se purificaba con nuestro querer .