No te quiero por que tus ojos inunden el firmamento,
te quiero con argumento, a pesar de tus enojos.
No te quiero como quieren los amantes de verano,
te quiero en mi mundo anciano y en mi niño del presente.
No te quiero por que auxilias con tu mano un corazón,
te quiero por ser canción, por no hallar en tí desidia.
No te quiero por que en enero ha comenzado el invierno,
te quiero con don eterno, te quiero por que te espero.
No te quiero sin apuro, no te quiero a ti con calma,
te quiero con toda el alma, te quiero sin disimulo.
No por tu mano te quiero, no por tu rostro te quiero,
te quiero por ser tu misma, te quiero por que te espero.