Cuando lo sepas, vendrás a buscarme y yo me habré ido, vendrás en busca de esa pizca de vida que te prometía mi ser, y ésta se habrá evaporado entre la espera de un latido.
Cuando lo sepas, me abrazarás y te abrazaré, y en el fulgor de un te quiero mi corazón te dirá cuánto te extrañaba.
Cuando lo sepas, ya no tendremos el tiempo a nuestro favor, él dirá: -hasta nunca; y subirá al tren de los desahuciados, y nosotros, más calmados que contentos, más acostumbrados que emocionados, le diremos ¡adiós! Bajo el aura melancólica de un \"al fin nos hemos encontrado\".