Al borde de tus labios
mi sueño dibujé…
Amada
la noche me tirita entre los vals de mi café
mis puertas resisten al viento,
pero como si fuese tu voz
una briza cálida rosa mis manos, se posa en mi cuello y descansa en mi piel.
Amada
el silencio se desnuda en las nubes
y como si fuese tu mirada
los astros, inexorables, cantan su luz.
En la palma de tus manos
reposa mi aliento…
Amada
el corazón apresura en tu recuerdo
y como si te estuviese viendo
me armoniza el alma
y rueda la faz del universo
a tu sonrisa clara como el sol.
Amada
los segundos te esperan
los minutos te buscan
las horas vuelven y pasan
los días, los años, el tiempo tuyo está aquí…
Porque en ti dejé
las alas de mi espíritu
el principio de mi redención
el alba de mi vida
Amada
porque en los bordes de tu ser
Yo sembré las ráfagas inconmensurables del Amor,
mi Amor…
porque al borde de tus labios mi sueño dibujé.
Víctor Carranza. Trujillo, Perú.