Cuando llegaste a mi lado
¡Amada mía!!
el tiempo de mirarme en tus bellos ojos se acortaba,
deseaba detener el tiempo
que se me iba como arena entre las manos.
La brisa del mar acariciaba tu rostro
y jugaba con tus cabellos,
solo me quedó el recuerdo
de tus gestos y tu sonrisa.
Mientras los días transcurrían
aquella tarde contemplamos
del sol, su color, y su belleza
pero nada comparado con la hermosura
de tu rostro ¡Vida mía!
Te tuve entre mis brazos en la playa azul,
posando para el mar, sonriente ante una cámara,
obteniendo recuerdos inolvidables
que nunca olvidaremos.
A medida que el tiempo transcurría
cada día, cada hora, para mi era una puñalada
que dolía cada vez que se acortaba, el día de tu partida.
Así como transcurre el tiempo,
así te fui perdiendo poco a poco
hasta que llegó el momento
de aquél adiós que nunca quisimos,
de aquél último abrazo, de aquel último beso,
de aquellas lágrimas de dos almas
que se aman a pesar del tiempo y la distancia.
Aquí donde me dejaste, aquí te esperaré
y si nunca regresas, siempre te amaré,
mi bella flor, de un lejano jardín.
¡Te amooooooooooooooooooooo.!!
Mallíto Casaño
17/07/15