Sabiéndola delicada
por su suave textura
dedicarse encantada
al juego de criaturas
Los pequeños la adoran
por sus juegos inocentes
los mayores afloran
sus deseos vehementes.
Los niños sueñan volando
un avión imaginario
los grandes piensan gozando
sobre la alfombra a diario.
El chico con su amiga
sueñan cuentos alados
los grandes solo emigran
los deseos concertados.
El niño es capaz
de orar por sus parientes
la mujer y el rapaz
piensan no ser muy hirientes.
Lo hermoso de la inocencia
es tener blancos pensamientos
maduros es usar las diferencias
hombre y mujer sin resentimientos.