VINCENT VAN GOGH
En los azules, violetas y grises
De tus cielos libres, abiertos y calmos,
En los campos donde descansa el sol
Su gama de amarillos, naranjas y rojos,
Adivino la visión eterna
De alma torturada, llena de pesar
Una vida, demasiado simple,
Para el que escoge, ofrendar su espíritu,
Un mundo lindante, de alcance distante,
Para la búsqueda de formas y matices,
Ocultos de la inmensa fuerza de la luz
Vorágine de encuentros con la siesta
Y el empeño del sol, pintando tu piel,
Ciprés y trigales, brindando colores,
En la entrega, de ardiente verano,
Como tributo etéreo, a un soberano
Tomaste su esencia, como el de una virgen,
Plasmando en el lienzo, toda su virtud
Paseaste los verdes de las arboledas
Y el incandescente de los sembradíos
En el rechazo, del amor querido
Y en el extravío de la realidad,
Sensaciones tristes ganaron tu alma,
En el puro estilo de tu magnitud