Me veían por la tarde con la risa pasar
y sentían celos de mi bienestar
decían, yo quisiera como él llegar
siempre contento, con ganas de jugar
Más no sabían que por dentro moría
que en mi casa a solas de pena lloraba
que en las noches entre sueños me debatía
porque había muerto la mujer que amaba
Lloraba en silencio las penas del alma
pues con mi careta a todos engañaba
seguía perdiendo en las noches mi calma
mientras de día llevaba mi mejor careta