Quédate intacta en la holgura de mis pensamientos
cerraré mis ojos y compondré en el aire
,de tu rostro, una escultura gloriosa
cual si tuviera la sensibilidad de un artista
Tocaré la nada con la yema de mis dedos
y estarás ahí transmitiéndome las formas
tomaré el cincel inexistente y brotarán las palabras
y en estatua verbal te iré construyendo
escogeré los términos, exquisitos, austeros, desmesurados
para que se deslicen sumisos por tu contorno
y que resalten las lineas, las rectas y las curvas
y que iluminen los ángulos de tu belleza implicada
desde el ritual perseverante de contemplarte en silencio
conozco cada detalle implícito de tu rostro áureo,
entonces mis palabras arrebatadas serán el conducto
para traer ante mi tu amada presencia.