Diaz Valero Alejandro José

Trashumancia


EL poeta en trashumancia perfecta
llevaba a cuestas su alma,
sus versos iban de la tristeza  a la nostalgia
y de la nostalgia a la tristeza.
En ese enredijo de letras
de ilegible caligrafía
no se sabe si el poeta moría
o acaso producto de su propio  arte
podía cada día reinventarse
y entonces sin quererlo renacía.
.
Era indescifrable su dilema
pues en ese su mundo confuso
era siempre el mismo iluso
que naufragaba en cada poema
y en la lucha casi extrema
que a diario sostenía,
respiraba poesía
con sus pulmones desinflados
porque vivía inspirado
transitando por la vía.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela