Quiero que entiendas mi amiga
no vengo a hablarte de amor
ni a comentar lo que sufre por ti,
mi ya cansado corazón.
No te pido que compartas conmigo
una noche estrellada, una vida de ensueño,
una era de amor.
No te fijes si me fijo en tus dulces, tiernos labios.
Si comparo tu silueta, o tu voz, o tu garganta
con el paso de las aves, con las nubes o las frutas tropicales,
o el olor de las guayabas.
Entiende amiga, entiende no estoy enamorado
si te digo que me gusta lo delgado de tus dedos,
el aroma de tus hombros, lo castaño de tu pelo.
No estoy enamorado
solamente que comparo tu figura, tu mirada,
el marfil que hay en tus uñas y tu piel color cacao
con los colores de las flores, lo jugoso de las piñas,
la textura de los lirios; lo refrescante de un pozol.
No sé en qué mes naciste si fue en septiembre o en abril.
Si sólo usas sandalias, si te agrada el buen café,
si te encantan los chamchanes, el sabor de las castañas,
los elotes o el cine de terror.
Si amiga, mi amiga, si tú estás enamorada…
¿Me regalarías tu amor?
© Armando Cano.