Era como una palabra guardada en la mente de un hombre tímido y mudo,
como una de esas semillas que caen sobre tierra infértil
y se la riega y abriga, pero no crece.
Era como esas hojas del otoño
sin un viento de primavera que la flamee,
ni un ave que le cante.
Como ese sueño frustrado,
guardado en el fondo de un olvido incierto, muy incierto.
Era como esa roca en el mar ,
con su mitad dentro del océano y la otra no tanto, pero también dentro…
Era así, pero que resalte en pleno...
Era, porque cuando llegaste sin querer y sin pensarlo,
y sin que yo lo piense y lo quiera…
La luna rosó al océano,
la primavera venció al otoño,
el sueño volvió a soñarse,
la semilla rodó a tierra fértil,
y la palabra se escribió por el hombre tímido y mudo.
Era,
hasta que viniste de ese lugar llamado anhelo
y me tomaste de los ojos y me llevaste contigo
y ahí nos miramos y vimos,
y sonreímos con el sentido de la vida,
y nos hablamos sin palabras y nos escuchamos sin oídos.
Era, sí...
Pero a tu lado ando como soy
Víctor Carranza (Trujillo, Perú)