La vi pasar presurosa , por la vereda , que
conduce a la íntima cabaña de la colina .
Mi corazón la siguió , deseando se detuviera
y me dejara conversárle , de lo mucho que la
quiero , pero su prisa era inevitable .
Su amor la esperaba ansioso ,
y ella , solo deseaba llegar ,
besarlo y entregarle todo su amor .
Sudando desperté , al darme cuenta ,
que era , solo un sueño .
El que vivía en esa cabaña ,
era yo , que la recibía ,
con una flor y mi corazón ,
encantado con su presencia .