Llegaste con un mensaje de silencio
desde la devastación de los genes rotos
desde la belleza de la anormalidad
trajiste la inocencia de la tribulación
las flores rotas de la sinrazón yerta
nos mostraste tu media sonrisa
siempre en medio del silencio
y empezamos a despojarnos
de los milagros esperados, callados
ante la soledad de quien espera
y la resignación de quien olvida
y ahora te balanceas y esperas
acaso como se espera un tren
que sabemos no llegará nunca jamás
mientras tanto nos regalas
tu sabiduría encorvada de espiga
que guarda un eterno silencio
tu voto de quietud de pájaro silencioso
tus gestos y tus dedos largos
tus vértebras que se quiebran
formando una incógnita de dolor
y nos sobrevivirás después de todo
porque el dolor sobrevive
a pesar de los violines que lloran
de los bandoneones de tangos tristes