Caminaba sola pero no en soledad
Mirada perdida en aquella realidad
Prendido en su mano un cigarro
Paso lento como en el barro
Se detenía, suspiraba, seguía
Mientras el cigarro se consumía
Una pitada intensa devorándolo
Matando esa agonía de ansiedad
Caminaba sola pero no en soledad
Tiempo de pensar con claridad
Sus ojos tenían ganas de llorar
No podía de las ilusiones escapar
Cuando de repente él la encontró
Y la más hermosa sonrisa le regaló
Calles en silencio por el día gris
Más el sol escondido estaba allí