Por ser la orquídea en pleno invierno
Aquella leyenda que acude en primavera,
Por ser hija de la vida
y madre mártir abnegada.
Porque tú no cuentas cumpleaños,
lo que celebras es el día a día,
aquel milagro olvidado,
aquel árbol que nace de una semilla.
Eres aquel sol que da (a) luz
y da la vida,
Eres magnolias, cerezos
y frutillas.
Sos rayito de luz
que entra por la rendija de mi puerta,
sólo para decirme buenos días
... y no te aflijas.
Sos y serás siempre
amor de mil amores,
nostalgias de otoño en verano,
recuerdos, colores y el último peldaño.
La musa de artistas y poetas,
lámpara encendida en las estrellas.
Y sin duda, de la creación
la criatura más dulce y la más bella.