Esta noche relucen las estrellas
Y sus rayos se expanden en la cama.
Percibí tu partida que reclama
estar juntos en noches como aquellas.
La tristeza y abandono me sellas
Y mi llanto suplica tanto y clama:
ser amada y tratada como dama,
y halagada con prácticas muy bellas.
Me acosté deseándote querido.
Añoré que las luces tan brillantes
te iluminen y eviten tu olvido.
Conduciéndote múltiples instantes
por la senda de amor conducido
donde brillen labores muy constantes.