Triste… así observo su realidad,
realidad distorsionada por las complejidades con las respuestas más simples,
adonde el ocaso no es en el cielo, sino en la mente,
ahí en donde se controlan nuestras sociedades.
El placer más grande que siente el político, es verte pasivo
hacen lo imposible por quererte tener domado,
domado porque eres un animal calmado
permite a la educación liberar a la bestia que llevas dentro
(Porque no hay peor error que encerrar a una bestia)
La educación es su peor enemigo,
la educación será quien te permitirá robarle la venda a la justicia,
ella es ciega a sus placeres,
pero no a los de los nuestros.
(Ya es tiempo que hagamos justicia por los nuestros... los de abajo)
Que triste me siento a ver espaldas caídas,
caídas ante un tirano…
un títere manipulado por los intereses,
en donde el ausente, son los deseos de una sociedad encerrada.
La política es la mierda que ni el cerdo quiere tocar,
transforma al desconocido en interesado,
en donde abunda el engaño,
ahí adonde tristemente están los míos (pero no yo).