camina mirando al suelo, a la nada se abalanza
cayendo se siente en calma, de su moribunda alma
a su cuello una cuerda atada, siente una lanza se clava
sosteniendolo por si su alma de casualidad escapa
su verdugo le mantiene con vida, le divierte su agonia
temblando le agradece mientras corta la cuerda
que a su cuello asfixiaba lo besa mientras puñal le clava
maldita verdugo matalo ya, que prefiere la muerte
prefiere el descanso a su desventurada suerte
su amor acabo la vida acabo, y tantas heridas
que no son suficientes para terminar su agonia