Enclavado, en el pecho
un recuerdo, dedicado a ti existe.
Íntimo lugar, donde salieron todas las palabras,
que con frenesí a cada instante,
a tu oído musité.
Con cuidado y ternura,
Hurto el recuerdo a mi mente.
En mis manos
el polvo quito, con esmero lo limpio,
brillo le doy,
reluciente queda.
Con devoción infinita lo acaricio,
Mil besos le prodigo.
Y con celo a guardarlo vuelvo.
Así, día tras día, paso la vida pensando,
que cuando la muerte llegue,
mi abrigo sea.
bambam