Que triste cantaba yo
Cuando contigo estaba,
Ahora todo un tenor
Pues te fuiste en retirada;
Sé que no voy a llorar
Y mi mente esta halagada,
Que allá partió la señora
De la noche a la alborada.
Hoy escucho dulces trinos
Los tonos de la guitarra,
Que con oídos finos
No detallaba en mi insana;
Tiempo que estaba perdido
Que pienso en recuperarlas;
Esos momentos inquietos
Que me robaban la calma.
Hoy me dijo un ruiseñor
Y lo hizo pías muy claras,
Vas hacer con lo que cuentes
Un efluvio de esperanzas.
Sube a los altos montes
Llega la selva floreada,
Haz un collar con las perlas
Que te vienen de las arcas;
Unas son del corazón
El viene henchido de plata,
No desestime el valor
Del que no tiene corbata.
Que los hombres valiosos
esos de abrazo alcanzan,
La fortuna de sus pieles
Son de curtidas innatas.