Permaneces, inmutable,como sueño desbordado y melancólico
y palpitas entre los pliegues de mi recóndita memoria,
en tanto la distancia es una nada que se agota en el viento.
Y en la absoluta carencia de certidumbres
solo sé que estás, insoslayablemente cierta
entramadada en lo inexplicable del presentimiento.
Transitas el silencio como un aliado sustancial
y me debato entre lo inmediato y la prudencia,
más en los intersticios del denso sentir
encuentran su guarida los afluentes del alma.
El vacio invisible, hondo, abismal a veces
se apacigua dócil ante un signo imperceptible de tu lado
entonces asi, el universo sale de su estado caótico.
Estoy aquí, no hay prisa, la vida llega hasta ti.