Mi pequeña e ingenua Victoria,
cuanto te echo de menos,
en esa suave brisa de la mañana ,
en el Sol que entra por mi ventana,
así eras tú, hilaridad y luz,
en nuestra humilde morada.
Hoy me parece escuchar tus risas,
las que tanto nos alegraban,
pero ahora, con tu ausencia,
nos entristecen, el alma,
porque se apagó tu resplandor,
el que con tanto brillo,
nos iluminaba.
Pronto será tu cumpleaños,
y me emociona recordar,
lo que tu ,mi ángel , disfrutabas,
abriendo los regalos,
que tanto te emocionaban.
Luego venían los premios,
que tu ,nos dabas
besos, abrazos ,y tu gran sonrisa,
como un rayito de Sol,
que a todos iluminaba.
Se que no te veremos mas,
pero siempre estarás,
a nuestro lado,
con tu hermosa sonrisa,
y tus ojitos achinados.
Tu, mi adorada hermanita fuiste,
nuestro mayor regalo,
una caricia, para el alma,
que el cielo, nos a enviado,
y que ahora te reclama,
vuela mi ángel vuela,
y espéranos, en el cielo,
que cuando llegue nuestra hora,
allí nos reuniremos.