Ya no quiero recordar tu ausencia
ya mi alma se adapta y no te extraña,
duele reconocer tus artimañas
cansada de anhelar tu existencia...
Disimulo poseer una gran fortaleza
solo soy la sombra del ayer,
mi alma añora tu querer,
exquisita e imperfecta naturaleza...
Atónita de aquellos momentos vividos,
leo tus palabras y me estremezco,
y mis ojos sin lágrimas ya exprimidos...
Parece que me gana mi soledad la padezco,
sumisa como puñales las mentiras,
y yo aquí sufriendo , sin embargo mi corazón te ofrezco...
La sinceridad es mi arma letal
como la luz a la oscuridad,
y tus caprichos son tu arma mortal...
Quise entregar lo mejor de mi,
como los colores en primavera
sin embargo tu amor no era para mi...
Resignada, dolida y confundida
como un laberinto sin salida
es mejor a tiempo la retirada...
Quise creer...
No te puede comprender....
Anhele sentir tus besos...
Desee el calor de tu piel...
Pero tus mentiras son la miel
que hace arder mis heridas...