Rocíos de sal.
Oh diva lejana de mi corazón
Siento la marea de tu carácter en mi pecho
Desenfrenada mujer de relámpagos y sensación
Extremidades de agua tibia
Corre desenfrenado el viento
Buscando aquella contrariedad de mí presencia
Entre nubes te veo caminando con el aposento
Siento morder el granizo de mi virtud empapada
Una esfera de fuego implora por tu regreso.
Lluvia de roció celeste
Que mira la luna de día disfrazada de algodón
Desencadenada criptonita de amor
Camino entre tu corazón infame
Respiro tu aire respiro tu alma
No encuentro sosiego entre mi espíritu y tu aura
Disfrazo mi ser entre el rio de mis pensamientos y furia
Se esfumo la espuma de mar
Se calmó la marea de mi mente
Se acabaron los rocíos de sal