Era una estrella fugaz,
de brillantes giros acelerados;
sus besos eran verdad, su mirada, falaz,
sollozaba entre vagos suspiros.
Su inmensa pasión, era de salvajes,
como olvidar su sedosa caricia;
una aroma suave derretía mis corajes,
a su lado lo salado era delicia.
A su lado...
Renaciente por entre tumbas,
aquel ocaso invade mi presente;
se marchitaron las rosas,
y mi jardín yace desfalleciente.
Musa de dulces recuerdos,
vuelve a mi, mátame con tu mirar;
derríteme con el calor de tus besos,
congélame con tu respirar.
Ahógame en ti!
te alejas hacia el horizonte,
moverme quisiera, el amanecer me atrapa;
el día canta y el sueño se me escapa,
no queda mas de ti, repentinamente...