J Picado

En un día malo

Lo único seguro que tengo es el minuto en el que escribo

Lo único que no cambio son los años que me han hecho este ser humano

Que tan humano como todos tiende a equivocarse jurando tener la razón

Que tan humano como todos ha comido mierda de quien ha llamado amor

 

Lo único seguro en ti es la mirada que me diste, la sonrisa que logré robarte

Las palabras que dijiste claramente no valen nada, tú te encargaste de volverlas falsas

Sin embargo aquí estoy contigo, sonriendo y por dentro sintiéndome muerto vivo

Esperando el momento en el que el suicida llegue y explote por su “dios”

Buscando acabar con todo y así alcanzar la gloria…

 

No eres lo único que me atormenta en los días malos

También están las sombras de los tiempos y recuerdos del pasado

Esos que se juran siempre fueron buenos

Esos que se anhelan como si tampoco hubieran tenido infiernos

 

Ahogan igualmente los minutos que no avanzan dentro de esta oficina de paredes blancas

Los teléfonos que suenan y las teclas que no paran…

Desespera la fila por un insípido bocado… el momento en el que encuentras un cuarto cerrado

Y a pesar de eso aún te pienso y me autosugestiono una sonrisa

Pues no es un día malo lo que quiero a tu lado, es la vida, las arrugas, las canas

 

Y sin embargo tengo claro que nada de eso es seguro

Pues seguro solo tengo el minuto en el que escribo, el instante en el que te pienso

El segundo en que respiro, el momento en el que pestañeo…

 

Y ese minuto, ese instante, ese segundo… ese momento ya no está… ya paso...

Ahora seguro solo tengo el próximo minuto, en el cual me cuestiono el universo…

Me cuestiono esa fe que tantos pregonan tener… de la cual dudo desde que tengo conciencia…

Me cuestiono tu compañía… que en recuerdos según mi estado suele ser el cielo o el infierno

Me cuestiono yo… tan sabio de nada e ignorante de todo…  que en un día malo desea tanto…

Destruirlo todo…. o resolver el mundo…

Callar y esperar a que termine… o gritar mandando todo al carajo…

 

En un día malo tengo mis letras… Esas que disfruto parir en estos días…

Aun cuando nadie más lo note… aun cuando nadie más lo entienda…

Nunca me darán de comer y ese no es mi anhelo…

Sin embargo son el más exquisito alimento para esta alma que no cree en el cielo…